Voz Kandozi: Carta del Pueblo Kandozi al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

jueves, 15 de septiembre de 2011

Carta del Pueblo Kandozi al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

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Usi Kamarambi

José Hernando Zipina.
Antiguamente, todo estaba oscuro y no había agua; los seres humanos, los animales, las plantas eran diferentes a como son ahora. Entonces Yayusa, ser que es poderoso y todo lo sabe, mandó a Tupsi, la luna. Como todo estaba oscuro, puso una escalera para que baje Zari, el sol. Cuando llegó Zari, cambió este mundo.

Yayusa le dio poder a Zari y él dividió el mundo en tres: Tsap wantsshuchi, tierra que está debajo de donde hay agua, debajo del espacio donde vivimos nosostros; Tspa iwazchi, tierra que está en el centro, donde vivimos, donde estamos nosotros y donde están las nubes, el gavilán, el trueno, el rayo y el arco iris; y Tsap iwarpichi, tierra que está muy arriba, donde viven los espíritus de los muertos. Nosotros no podemos ver el mundo de abajo ni el de arriba.

Sólo el brujo puede relacionarse con los seres que están dentro del pozo, que se llaman tsungi y son la "madre" (dueños) de todos los animales del agua que se transforman en personas o animales para relacionarse con las gentes.

El alma de la persona que ha muerto sube por su camino. Va acompañada de un perro o un gallo para que espanten al Kunukunu (espíritu del búho), y así poder pasar tranquila y ser bien recibida por sus familiares en el mundo de los muertos. Allí todos son felices, no trabajan, sus chacras crecen solas, hablando no más. Crían sus animales, sus aves y se los comen cuando quieren.